jueves, 3 de julio de 2008

La razón del más loco

En los países del primer mundo, la gente común y corriente piensa el Tercer Mundo vive en el subdesarrollo porque tienen un bajo nivel cultural, elevada demografía, hace mucho calor para trabajar, les gusta la fiesta, no hay seriedad en la gestión, no hay seguridad por falta de estabilidad y confianza, mucha delicuencia y corrupción. Según su parecer, merecemos esta suerte, por haberla buscado. En claro, somos autores de nuestra propia desgracia. Por eso nos ridiculisan caricaturizándonos con clichets difundidos por los medios de comunicación, en tanto que amos y dueños de la imagen. En parte es verdad.Pero, en realidad, ven el mundo según y a travez el ombligo de sus vientres. El egocentrismo es tan mesquino que es capaz de hacerles concientemente olvidar las verdaderas causas y motivos del problema.
Descubrimientos, guerras, conquistas, pillage, expoliación, destrucción. Paro ellos, estos actos no fueron considerados como crímenes, puesto que la evangilasación del mundo dependía de algunos sacrificios. El huevo de Colón y el hecho que no se hace una omeleta sin romper huevos, la espada y la Cruz, la Inquisición, el Renacimiento, la Contrareforma, la Revolución y su Declaración universal de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano y, por terminar, las ciencias y el progreso tecnológico. Resumiendo, la misión fue ante todo civilizadora.
Ahora, los pueblos colonisados saben que eso es parte de la leyenda, sín la cual no se puede fabricar una historia. La verdad es otra. Detrás de esta mascarada, hay una evidencia muy simple. El mundo en el que vivimos fue construido sobre los cimientos de la mentira, la hipocresía, el cinismo, la violencia, la sangre, el robo, el saqueo y sobre todo la destrucción sistemática de las civilisaciones, víctimas de la superioridad tecnica del cokctel explosivo cuyos ingredientes fueron la rueda, la polvora y la biblia.

Cuando se ha visto que se construye un mundo sano y durarero con reglas viciadas y falseadas ? Esto no hace que establecer un estado de cosas regido por la injusticia y la rebelión. Hasta el día de hoy, ellos se niegan a acceptar esta sencilla evidencia. Se vive en un mundo injusto e inhumano. De otro lado, no es un secreto para nadie que ellos tienen un horror repulsivo al compartimiento de responsabilidades ante la Historia, porque no soportan la idéa de ser culpabilizados. Para ellos, la responsabilisación es sinónimo de culpabilisación. Y esto conlleva al arrepentimiento, al remordimiento. Justamente, el falso orgullo del vencedor, le impide inclinar la cabeza en signo de contricción. Es inconcebible, en la medida que eso significaría el reconocimiento del fracaso de la civilización judéo-cristiana. Increiblemente, ella presenta una falla fenomenal en su incapacidad a hacer su propia mea culpa. Entonces, en vez de pasar al banco de los acusados para ser juzgados y sentenciados a pedir perdón y reparar los ultrajes cometidos, los « civilizadores » prefieren « ayudar » con la ingerencia humanitaria. Terminología tecnicamente apropiada para designar las futuras intervenciones de ocupación militar en los conflictos regionales, en el nombre de la solidaridad internacional. Anteriormente, a la época de la guerra fría y de la coexistencia pacífica, se explicaba estos procedimientos sobre territorio extranjero, en razón de convenios y tratados bilaterales de asistencia y ayuda militar bajo pedido tácito de las autoridades del país, enfrentado a una insurrección popular, a una guerra de liberación o a una guerra civile. Luego, porque habia que « proteger » las vidas en peligro de los residentes, colaboradores y personal de embasadas. Mientras que se interviene para evacuar, también se aprovecha para restablecer el orden público en funccion de los intereses de las potencias extranjeras. El precio en vidas humanas del país intervenido no tiene la menor importancia, del momento que se consigue los dos objetivos buscados. Salvar el establishment garante de los intereses vitales de las fuerzas interventoras y las vidas del personal de las embajadas. Osea, que el valor de la vida humana solo tiene un sentido único. Que falta de respeto a la vida que de servirse de ella para ir a sembrar la muerte. Felizmente que lo ridículo no mata, sino hace mucho tiempo que las poblaciones de los países ricos hubieran sido autodeciminadas. Igualmente, cualquier turista de estos paises toma los aires de alguien de importante en medio de los autoctonos, cuando en realidad, él mismo lo sabe que, si en su país de origen no goza de una situación socio-económica bastante holgada, permitiéndole de sobrevivir al darwinismo social, él tambien es un pobre diablo, a penas bueno para rascarse la panza.

Por el momento, esta perla de la ingerencia humanitaria avalizada por el derecho internacional, es un nuevo invento para continuar a justificar el escamoteo de la soberanía nacional de los pueblos, durante las catastrofes naturales o convulsiones sociales, bajo el signo de la ayuda humanitaria. Lo curioso es que el hombre que la creo, Bernard Couchner, médico y político francés, es alguien de profundamente humanista. Contra su voluntad ha dado a los poderosos de este mundo, un medio subtil y rafinado para justificar el intervencionismo militar, nueva tendencia. El envío de alimentos y medicamentos alivia la conciencia de las clases dirigentes, mismo si las cadenas de solidaridad nacen de una auténtica generosidad de los pueblos del primer mundo. Aunque se sabe que detrás de estos gestos altruistas, se esconde la « Mano Invicible » bajo el vergonzoso cinismo del principio de lo « inservible-reutilisable ». El colmo es cuando esta espeluzante exageración, es integrada en el proceso de la Deuda Externa, es decir, considerándola como tercera parte que se agrega al tercio compuesto de armamento y asesoría militar y finalmente, al último tercio en dinero efectivo. El cual es immediatamente, desviado de su objetivo primordial. En vez de ser inyectado en las economías nacionales, a fines de obtenir un provisorio y fragil equilibrio macroeconómico, los corruptos lo transfieren hacia los bancos de los corruptores. Asi, el negocio redondo solo es fructífero para este tandem. A la diferencia que los corruptores de los paises ricos hacen beneficiar sus poblaciones por razones de necesidad económica, de reglamentación política, de temor judicial, etc. En general, de cada diez políticos de países del primer mundo, se puede detectar groseramente dos ovejas negras. En nuestro caso, la inversión de esta proporción, muestra que, con las justas se puede contar con una o a lo mucho dos personas honestas. La condición sine qua non de los países ricos es la existencia de los pauvres. Pero para que los pobres se mantengan en este status, es imprescindible una minoría local encargada de supervisar los actores, factores y parametros de la pobreza. La corrupcion es el arma eficaz para conservar en el tiempo esta estado de cosas. Esto predispone la aparición forzada del corruptor y del corrupto.
Aquí no se trata de saber quién es el culpable, sino como terminar con este fléo que azota la faz de la tierra con sus corolarios de hambre, miseria y desolación.
La mondialisación salvaje acentuará la desmesurada diferencia entre aquellos que viven con un dollar por día y los que arrojan de un gesto banal, la comida a la basura. La globalisación perpetuará la alarmante coexistencia de dos mundos diametralmente opuestos. La Corrupción y el Endeudamiento encadenan los países al atrazo y a la miseria material. Los ricos viven en la opulencia y la miseria moral. Porque ? porque ellos han impuesto la ley del mas fuerte o lo que viene a ser lo mismo, la razón del más loco como el leiv motif del modus vivendi. Ahora, no justamente porque se és mas fuerte o más loco, que se tiene siempre razón. Sin embargo, a un país industrialmente avanzado se le considera como una potencia económica. Consecuentemente, se tiene que pensar que, logicamente, su infraestructura es una de las mejores del mundo. No hay duda, pero de allí a decir que su supraestructura es el reflejo fiel de su fortaleza material, hay un paso que no se debe franquear tan ligeramente. Claro, si no existiera la miseria moral en términos de nevrosis o del mal de ser materializados por el consumo excesivo de calmantes y la taza explosiva de suicidios, se estaría avanzando una sorprendente ineptitud falaciosa.
El resultado de todo esto es que, sigilosamente, se preparan dos bombas de tiempo muy preocupantes. De un lado, la bomba D comienza a inquietar. La aparición de olas sucesivas del desplazamiento humano del Sur al Norte no hace que comenzar masivamente. La prueba, la impresionante cantidad de imigrantes clandestinos, principalmente asiáticos o africanos, detenidos o encontrados muertos por haber intentado ganar las tierras européas, en condiciones de extremo peligro, la llegada masiva de los desplazados o desarraigados en razón de la guerra de los Balkanes o de la apertura de los países de la europa del este hacia el occidente. El ejemplo de los Kurdos naufragados en las costas de la French Riviera muestra hasta quel punto, los individuos o los grupos étnicos del tercer mundo estan dispuestos a tomar medidas para escapar a la malnutrición, hambre y miseria. Este fenomeno puede, a largo plazo comprometer el equilibrio geopolítico de las naciones ricas. Y por ende, quizás acepten su parte de responsabilidad y se vean obligadas a buscar soluciones concretas y a largo plazo del problema del hambre y de la injusticia en el cual viven las poblaciones del tercer mundo, donde más de un tercio vive por debajo del nivel crítico de la pobreza. Claro, ahora temen que los parias del mundo entero se dirigan hacia los paraísos dorados en busca de trabajo, paz y bienestar. Imaginense un intante los pobres del mundo levantarse y ponerse en marcha hacia el Norte. Terminaría por desplazar o asimilar las poblaciónes locales. A no ser que los malthusianos de turno se rompan la cabeza para encontrar una nueva « solución final » al problema.(bacterias, virus, armas biologicas, nucleares, guerras convencionales de nuevo tipo, ect.) que les resultaría más práctico, cómodo y rentable.
Cuando las poblaciones del primer mundo acepten la idea de compartir la riqueza mundial con equidad, el mundo iría mucho mejor. Eso se traducería en hechos y comportamientos sencillamente humanos, los cuales pueden generar beneficios materiales y morales recíprocos e inmediatos. Intercambiar la inútil y artificial compulsividad subliminal del consumo de la gente de los países ricos, contra un poco de sana alegría de felicidad natural de los pobres, cuyo efecto sería de recuperar un nuevo y saludable gusto a la vida. Moderando las pulsiones del fetichismo, los hombres y mujeres de los países ricos ya no verían la necesidad de poseer tantos bienes superficiales, adquiridos para satisfacer el deseo evasneciente y efímero de posesion. Claro, despues, estos mismos objetos habiendo perdido el centro de interes y sín atracción emocional, vienen a encombrar el espacio vital. Donde está la sensatez de comprarse y amontonar diez o viente pares de zapatos utilizables una vez a las quinientas, si con cinco renovelables bastan. Donde esta el interés de matarse al trabajo para que finalmente el superfluo y el stress empuje los individuos a consumir para darse la ilusión de compensar, en vez de darse cuenta de lo derisorio del ritmo de vida que llevan. El endeudamiento los encadena al esclavaje de una vida y una muerte a crédito. En demasiados casos, ellos ni siquiera son dueños de sus remuneraciones, claro, ni bien cae el giro de los pagos mensuales, inmediatamente, es absorbido en su totalidad por los bancos, para cobrarse los intereses y el capital principal de los préstamos consentidos, gracias a la confianza en la seguridad del empleo del deudor, el cual, incluso, esta en la obligación de suscrire un contrato de seguro en caso de la pérdida de trabajo. El sístema, para subsistir produce constantemente, los adictos dependientes de este modo de vida, completamente perverso, que siempre se termina por una overdosis de consumismo, provocando al final « La mort à crédit ». Cuando por razones de divorcio, accidentes, enfermedades, pérdida de empleo u otras razones, los hombres y las mujeres dejan de pertenecer repentinamente a este modo de vida, la ausencia de medios no hace que agravar el trauma de la dependencia. Entonces, el cielo se les cae sobre la cabeza. Sombran en la angustia causada por la pérdida de identidad al mundo del trabajo-consumismo. El abrumador endeudamiento los confronta a la dura realidad de los juicios que se terminan con toma de bienes, bloqueo y confiscación de salarios. Al final, los que no pueden o no tienen fuerzas para enfrentarse a las crudas pruebas de la vida, pierden todo control y caen en el tabaquismo, alcolismo. La sociedad los marginaliza nombrandolos pudicamente el « cuarto mundo ».
Si se pusieran a consumir menos superflúo, quizás el mundo iría mucho mejor. Las inversiones se podrían orientar hacia una humanisación del mercado. Las producciones agro-alimenticias y los productos manufacturados de base tomarían una amplitud considerable en la satisfacción de las nacesidades des base para las poblaciones. Se resolvería el problema de las reglas de juego del comercio mundial y del reparto proporcionalmente equitativo de la riqueza mundial entre las naciones.

Por otro lado, a la caida de la ex-Unión soviética, se asistio atónitos e indiferentes, a una proliferación arcaica de pequenos países detentores de la potencia nuclear. Qualquier dictador o megalómano puede realizar campanas regionales de conquista militar gracias a la disuación nuclear, puede pretender negociar con los grandes so tretexto que su mala humor podría poner en peligro el equilibrio de la estrategia geopolítica del mundo. Sin alarmismos, los hombres de la tierra tienen que poner las cartas sobre la mesa para discutir calmadamente. Se tiene que encontrar un compromiso razonable, una negociación global inteligente, una justa proposición de alternativa, un reparto equitativo de prerrogativas y de responsabilidades, una revalorisación de la dimensión humana de los oraganismos e instituciones internacionales encargadas de garantizar las reglas de juego que determinan injustamente, desde BrettonWoods hasta la reciente reunión de l’OMC a Seattle, el destino de los países, como son son principalmente, la Onu para las relaciones diplomáticas y políticas, El FMI y el Banco Mundial para el financiamiento y los préstamos, La OMC para el comercio entre las naciones, La Unesco para la educación y cultura, La Oit para el trabajo, El Otan para la defensa militar, etc.
Mientras se persiste a conservar toda la nomenclatura formada de reglementaciones y de instituciones funcionando en un solo sentido, nunca se podrá resolver la problemática de la indiferencia y del egoísmo. El pordiosero no pide ser asistido de una limosna. Solo exige justicia. El establecimiento de nuevas reglas de juego equitables permitirán a los pobres del mundo entero de vivir dignamente. De quedarse en sus países. Podran vender sus productos a precios razonables de mercado. Vender su trabajo a un salario decente. Desarrollar una economía de base con tendencia a satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones.

El sístema de la mondialisación no es el producto del azar. Lo que pasa es que la naturaleza tiene horror del vacío. Al derrumbe del mundo soviético, los norteamericanos se precipitaron a ocupar el espacio concedido, extendiendo los tentáculos de su hegemonismo. La globalisacionn obedece a la volonte de afirmar la oficialisación del rango de única superpotencia, fundada sobre la superioridad tecnica, financiera indiscutible. Su geo-estrategia global tiende al reconocimiento de su calidad de gendarme del mundo, capaz por su poderío, de hacer reinar la paz y la estabilidad en el planeta. Sino, porque otras razones hicieron la guerra del Golfo y la de los Balkanes. Para probar al mundo entero que empezo la era de la Pax Americana. Por esta razón, la doctrina de Colin Powell puede permitirse de ser la alternativa americana, la cual va practicar un recentraje de su diplomacia sobre los intereses vitales de la nación, mismo si no tiene en cuenta los particularismos de las realidades complejas del mundo. Durante la guerra fría, dos bloques se disputaban la supremacía avanzando los peones sobre un tablero de ajedrez, convertido en una polvodera en el campo de operaciones. Y también la competición se hacia sobre una carrera al armamento, en su escalofríante expresión La Guerra de las Estrellas y en estos días, la cortina anti-misil desplegado en el espacio. Hoy en día, la donne a cambiado. A la luz de la experiencia del Vietnam, así que como de la caída del Muro de Berlin, la doctrina de Colin Powell se rechaza de hacer una « guerra sin convicción ». Solo cuando el interes de la nación esta en juego, los USA enviaran, en el momento necesario, su aplaztante máquina de guerra con la certitud de ir para ganar, si posible con un costo zero en vidas humanas, claro, para la opinión americana, la vida des marines tiene un valor mucho más precioso que algunos desdichados barriles de petroleo.

Nosotros, los países latinoamericanos, en tanto que vecinos del coloso del norte, solo pedimos que nos dejen vivir en paz. Tenemos la suficiente Historia para darle un sentido a nuestro destino. Somos pueblos hermanos soberanos de la Libertad. Nuestro espacio bolivariano geo-político debe ser respetado integralmente. Rechazamos de vivir como repúblicas bananeras, porque consideramos que siendo países con riquezas naturales importantes, nos és insoportable la injusticia, de tener poblaciones privadas de la satisfacción de las necesidades básicas de la vida. Nuestro profundo deseo es de vivir en Democracia moderna. Entretener relaciones inteligentes basadas sobre la razón y el derecho a la libertad, a la igualdad. Creemos rotundamente en la soberanía nacional y a la libre auto-determinación de los pueblos. Queremos hacer comercio equitable con todas las naciones del mundo. Reconocemos nuestra pertenencia al hemisferio de las Américas. Pero, por lo tanto, no podemos participar a la construcción del primer espacio económico mondial de La Alaska hasta La Tierra del Fuego, es decir el ZEAL(Zona de Libre Intrecambio de las Americas) que se discutira en Quebec del 20 al 22 de Abril próximo, sin el previo respeto de nuestros particularismos regionales y nacionales. Primero, hay que consiguir un requilibrio sano y durable de las fuerzas económicas, claro las 3 américas reúnidas cuentan con 750 millones de habitantes y un PIB total de U$S 11,000 Millares. De los cuales, EEUU, el Brasil, Canada y Mexico acaparan respectivamente 75,7%, 6,7%, 5,3% y 3,9% del PIB. Los otros 31 países se reparten solamente el 8,4% restantes. En cuanto al PIB per capita, esta vergonzante asimetría confirma la naturaleza de las desigualdades : EE.UU30,600 U$S, Canada 19,320 U$S, Argentina 7,600 U$S, Brasil 4,420 U$S, Nicaragua 430 U$S, Haiti 460 U$S, etc. La injusticia y la inigualdad son muy alarmantes. En estas condiciones el Zeal renforzaría el hegemonismo de los países fuertes y aplastaría aún más los países pobres y chicos.

No somos enemigos de nadie porque no somos beligerantes. No sometemos a otros pueblos, pero tampoco acceptamos ser avasallados ni colonizados. Somos pueblos amantes de la Libertad, de la Justicia y de la confraternidad Bolivariana, concientes de nuestra fuerza en la unión. No admitimos la agresión a ninguno de nuestros pueblos hermanos. Por lo tanto, estamos dispuestos, si es necesario, a ofrecer nuestras vidas por la defensa de nuestra identidad indio-ibero americana, en cualquiera que sea el suelo de nuestro espacio bolivariano.
Anhelamos vivir dignamente entre países o bloques que entretienen relaciones de buena vecindad. Somos optimistas de naturaleza. Esperamos, alfin, ser comprendidos que más se gana de tenernos en amigos que en enemigos.
Merope
Paris, el 7 de Abril 2001

No hay comentarios: