jueves, 3 de julio de 2008

Luna de miel con sabor a hiel

Todo nuevo Gobierno que se instala goza de un periodo de tregua. Su popularidad lo protege de la critica permitiendole trabajar en un entorno de paz y de confianza.
Durante este lapso de tiempo puede, incluso, darse el lujo de tomar medidas drasticas e impopulares por el bien del pais. Hasta la fecha, ningun gobernante se ha privado de las ventajas que presenta la confusion del cinismo pragmatico propio a la luna de miel, que consiste en curar el mal, matando al paciente. "Para salir del atolladero tenemos que amarrarnos la cintura" explican muy oriundos, haciendo llover los "paquetazos". El "Fujishoc" aun esta fresco en las memorias.
Peru Posible y en particular Alejandro Toledo recibio el 3 de Junio, en medio de la euforia popular, un pais colapsado. No por esta razon, tenemos que hacer recaer sobre los humildes, las consecuencias salvajes del neoliberalismo. Procedamos por orden y con calma. Hay que buscar la manera adecuada para evitar la trampa de la ingenuidad y del cinismo del "horror economico". La responsabilidad implica seriedad, severidad, agresividad en el manejo macroeconomico, pero no atropello. El cambio comienza por alli. Toda politica que se ejecuta debe ser orientada al menor costo social posible, sobretodo, teneniendo en cuenta, la extrema pobreza en la que se encuentran muchas familias peruanas. Son ellos, los peruanos que sufren de este fleo, el centro de nuestra preocupacion. Son ellos nuestro sustento social y nuestra razon de ser. Son ellos los que han echo realidad la democracia de los pobres.
En condiciones normales, un gobierno verdaderamente democratico y popular tomaria ciertas medidas cuya aplicacion se traduceria en una ayuda inmediata y significativa para los mas desfavorecidos. En lo concreto, la reduccion de dos puntos del IGV sobre los productos de primera necesidad, equivaldria a decir, el fortalecimiento del poder de compra. Claro, si el precio baja, el mismo salario aumenta su capacidad de adquisicion. Es por eso que so pretexto de una rapida creacion de puestos de trabajo productivo, no debemos fundamentalmente ocuparnos de la implementacion de un dispositivo legal en favor de la "herramienta de produccion" nacional o extranjera. Por ejemplo, una efectiva disminucion del credito bancario impulsaria el pedido del prestamo de las empresas en vista de modernizar la productividad y mejorar la competitividad. Si se dirige hacia las micro y pequena empresa, tendria que ir acompanada de otras medidas tributarias, fiscales, monetarias o arencelarias; lo cual se convertiria en creacion de fuentes de trabajo inmediato. De lo contrario, solo se traduceria en auge de las esferas del poder economico, los cuales, generalmente, no se sienten atraidos por la industria nacional, prefiriendo la inversion en los bancos extranjeros y si posible, en los paraisos fiscales. Al menos, esperemos que la cholitud que anima nuestro anhelo de sacar el Peru adelante, no los afecte con el sindrome de la fuga de capitales, porque de ser asi, nuestro intento seria vano.
Actualmente, dada la recesion en que se encuentra nuestro pais, la urgencia de la necesidades prioritarias nos impone de por si, el respeto del equilibrio fragil de los parametros macro-economicos. En este sentido, la accion del nuevo gobierno focaliza sus energias en la aplicacion del Plan Social de Urgencia asi como la puesta en marcha simultanea de la reactivacion economica. Dos luchas, dos frentes. Combatir la extrema pobreza. Revertir la recesion en un proceso economico con rostro humano. Si todo se pasa como previsto, la intervencion de la conexion lograda a mediano plazo, trastocaria el paliativo provisorio en un desarrollo sostenido, como la culminacion de la politica economica, plasmada en el programa de gobierno de Peru Posible.
Sin embargo, somos concientes del margen estrecho de accion y de la delicada situacion en la que nos encontramos. Queremos hacer las cosas bien pero desgraciadamente corremos el riesgo de aumentar el grado de precaridad de los pobres, si los resultados se hacen esperar mas alla de lo razonable. Es por ello que nuestra alegria por el cambio tiene el sabor amargo de la urgencia. La expectativa es muy grande y los medios muy escasos. La mejor intencion del mundo se enfrenta al desalentador estado de ruinas en que se encuentra el aparato productivo, los valores morales y la cohesion social. Nuestro camino esta lleno de obstaculos y de problemas. No importa, porque tecnicamente y humanamente, estan echos para ser saltados o resueltos. Lo que incumbe es como prevenir para evitar, en vez de correr para curar el mal. Como hacer eficaz la lucha contra la tentacion del deseo de posesion inmoderada de los bienes y de los placeres de la vida, por parte justamente de aquellos que tienen el cargo de mostrar el ejemplo a los demas. Entre los funcionarios del Estado, son los hombres de leyes y aquellos que tienen entre las manos, el poderio de hacerlas ejecutar y respetar los que deberian un trato especial. Se debe establecer un contrato moral entre ellos y la sociedad civil. El Estado tendria en cuenta una mejora significativa de estos agentes especificos, pero ellos deben comprometerse a velar por la Justicia, con el fin que esta llegue con potestad y equidad hacia todos los ciudadanos, en cualquiera que sea el mas remoto cacerio de nuestro territorio. Si a pesar de ello, algun miembro de estas honorables instituciones, viniera a incurrir en una falta grave de corrupcion, entonces, deberan asumir la severidad de un castigo ejemplar.
Por otro lado, no olvidemos que el idilio dura hasta el momento oportuno en que se empieza a fiscalizar los primeros resultados, particularmente, en el dominio economico, que se traducen en los indicadores de tendencia como fieles reflejos del estado de salud de la economia, que va de la canasta familial hasta el crecimiento de la taza del Pib, pasando por la taza de desempleo, de la inflacion, la Bolsa de valores, el BCR,etc.
Si las luces del semaforo estan en verde, todo va por el mejor de los mundos. Pero si tardan en venir o si continuan en el signo de alarma, entonces, las primeras manifestaciones de descontento comienzan a aparecer por doquier. La tranquilidad cede el paso a la inquietud. El nerviosismo flota en los circulos del poder. Se acelera la cadencia de las reformas con la esperanza de agilizar los resultados.
Hagamos lo que es justo y necesario. Apliquemos lo esencial de nuestro programa de gobierno donde esta previsto la busquedad del lazo de conexion entre la reactivacion y el desarrollo sostenido como eje central del cambio real del Estado y de la sociedad civil. Claro, si se nos eligio, fue para ser gobierno. Nadie nos puede reprochar el derecho de vereficar si nuestra alternativa corresponde a la solucion de nuestra problematica. Quizas nos podamos equivocar, pero para eso esta la oposicion. Su critica constructiva debe permitirnos de reparar los errores. Si es cierto que la correlacion de las fuerzas politicas representadas en el Congreso nos impone una gobernabilidad basada sobre el principio de la concertacion, por lo tanto, la estrategia de alianzas no tiene porque afectar lo basico de nuestro contenido programatico.
Merope
Paris/19062001

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